VII. Argentina: “Del
éxtasis a la agonía”.
La Bersuit en su popular
canción “La argentinidad al palo” además de destacar que la
Argentina tiene “las minas más lindas del mundo...” dice también
“Del éxtasis
(28)
a la agonía
(29)
/ oscila nuestro historial / podemos ser lo mejor, o también lo
peor, / con la misma facilidad (...)”. Esta canción caracteriza
con suficiente claridad a los argentinos y los fluctuantes cambios de
humor -entre lo que se conserva y lo que cambia o muta-, que se ven
reflejados en el deporte, la cultura, y también en relación a la
política.
Durante los últimos 28
años de vida democrática se han observado los movimientos
pendulares de la clase dirigente con actitudes complacientes por
parte de la ciudadanía a la hora de emitir los sufragios. Algunos
ejemplos sirven para comprobar lo dicho:
1. La terminología
acuñada para caracterizar -irónica y despectivamente- a
representantes públicos de bajas cualidades éticas y a
instituciones como las Legislaturas y el Congreso de la Nación, como
son entre otros: “mano de yeso”, “banelquización”,
“borocotización”, “transfuguismo”, y el infaltable
“diputrucho” que sin legitimidad alguna suplantó a un Diputado
de la Nación ausente en una sesión de la Cámara baja.
2. En relación al voto
también encontramos un interesante glosario: “voto escondido”,
“voto cuota”, “voto en cadena”, “voto cliente”, “voto
bronca”, forman parte del mismo. Incluso ante la implementación
del Sistema de Boleta Unica en elecciones municipales se recurrió a
la práctica nociva de sacar fotos con celulares para tomar la imagen
en el momento en que cada sufragante emite su voto y con ese
comprobante recibir la “paga”; luego del escrutinio con los
resultados oficiales publicados, quedó reforzada la sensación de
desencanto en un terreno político abonado por experiencias de nula o
muy baja calidad ciudadana y democrática. Pero vale decir que a
partir de esa experiencia se tomaron recaudos suficientes en las
elecciones que siguieron y no han habido nuevas denuncias sobre
prácticas similares.
Con voluntad política
por parte de los gobiernos responsables de conducir los procesos
electorales con transparencia se logran superar todas las
disfunciones del sistema electoral y las prácticas nocivas de la
vida democrática.
Si bien lo dicho muestra
algunas características de las prácticas político electorales en
Argentina, cabe preguntarnos ¿cuáles son las fortalezas y
debilidades del sistema político argentino? En primer lugar,
siguiendo a Portantiero, entendemos por sistema político
"un
conjunto de instituciones y procesos políticos, gubernamentales y no
gubernamentales, desempeñados por actores sociales constituidos como
tales y dotados de una cierta capacidad de poder. (...) Todo sistema
político incluye interacciones entre gobernantes y gobernados en el
interior de una cultura política determinada, (...) es el lugar
donde operan las mediaciones entre lo que llamamos la sociedad civil,
como distribución de poderes posicionales, indirectos entre los
grupos (...) y lo que llamamos sociedad o Estado político, como sede
donde la coacción es institucionalizada y el poder se transforma en
autoridad" (30).
El sistema político
argentino, a modo de enlace o como cauce de comunicación entre
sociedad civil y Estado, revela en su seno dos mediaciones que se han
manifestado como tendencias contradictorias como son: la que expresan
los partidos políticos, y las que se exteriorizan desde los
intereses corporativos.
La tendencia
corporativista históricamente ha sido muy fuerte en la Argentina y
ha tenido resultados muy eficaces en la definición de políticas
públicas y en materia de políticas de Estado; mientras que los
partidos políticos y el sistema de partidos aun con fortalezas en
tiempos democráticos fue sumergido incluso con prohibiciones durante
las dictaduras militares.
En la actualidad el
sistema político argentino reúne fortalezas y debilidades, a saber:
FORTALEZAS
|
DEBILIDADES
|
1,
ESTABILIDAD INSTITUCIONAL.
2.
CONSTITUCIÓN Y MARCO JURÍDICO.
3.
PARTIDOS POLÍTICOS NACIONALES.
4.
GOBIERNO NACIONAL FUERTE CON ALTA LEGITIMIDAD.
|
1.
CLIENTELISMO POLÍTICO.
2.
INOBSERVANCIA DE NORMAS.
3.
OPACIDAD DEL SISTEMA DE PARTIDOS.
4.
OPOSICIONES DESARTICULADAS Y DÉBILES.
5.
PARTIDOS POLÍTICOS DÉBILES.
|
Fuente:
DUARTE; Miguel Angel -comp- (2012): Más
allá de las urnas. Políticas públicas de integración social en el
siglo 21.
Editorial Académica Española, ISBN
978-3-659-05099-2.
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