16.2.11

La importancia de ampliar los horizontes de la participación democrática

La importancia de ampliar los horizontes de la participación democrática

Por Miguel Ángel Duarte / Licenciado en Ciencia Política (UCC). Profesor de Derecho Político en la Facultad de Derecho de la UNC. Prosecretario de la Asociación Argentina de Derecho Político

El año 2011 es clave en la Argentina ya que el voto popular decidirá si ratifica el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner o si, por el contrario, opta por alguna propuesta del amplio arco ideológico de la oposición.
En Córdoba el año 2011 agita mucho más las aguas políticas, dado que se visualiza una oportunidad de cambio en el orden provincial y en el principal departamento: la capital.
En efecto, tanto el gobernador de la Provincia como el intendente de la ciudad de Córdoba no pueden repetir mandatos debido a que se le computan a Juan Schiaretti los cuatro años en los que fue vicegobernador y a Daniel Giacomino los dos años en los que se desempeñó como viceintendente (cabe recordar que interrumpió su gestión debido a su candidatura y posterior asunción como diputado nacional en el año 2005).
Así, ni Schiaretti ni Giacomino pueden ser reelegidos en esta instancia electoral, tal como lo establecen la Constitución Provincial en su artículo 136 y la Carta Orgánica Municipal en su artículo 83, respectivamente.

Partidos e innovaciones

La mentada situación genera intensos movimientos intrapartidarios, los cuales se manifiestan en luchas constantes y alianzas inestables entre grupos en búsqueda de legitimidad para mantener o acceder a la representación política y por el posicionamiento de nuevos liderazgos que brindarían cierta previsibilidad a cada partido en la década que se inicia.
Cabe destacar con respecto a nuestra cultura política que existe la presunción de que los ciudadanos prefieren liderazgos fuertes y estables, más aún en una democracia “delegativa” como la que emerge de la desconfianza y descrédito de la clase dirigente.
Consecuentemente, son escasas las innovaciones en materia electoral para este año, a pesar de las interesantes propuestas que la comisión consultiva para la reforma política electoral presentó en su dictamen “Así no va más”.
De las pocas innovaciones en materia electoral en la provincia de Córdoba ya tuvimos el debut del “voto electrónico” en 2010 y en 2011 le toca el turno a la “boleta única”.
Por otra parte, en el orden nacional se estrenarán el 14 de agosto las internas abiertas y simultáneas.
En todos los casos se busca acercar a la mayoría de electores desinteresados y confundidos por los movimientos pendulares de la dirigencia política y por la baja capacidad de respuesta a los problemas cotidianos.
Las elecciones son instancias fundamentales en la vida de los pueblos libres. Sin embargo, los actores políticos -sea en la superficie “mediática” o en lo “territorial”- no logran persuadir a los ciudadanos sobre la esencial importancia de la voluntad popular en el sistema democrático y, menos, sobre la capacidad de transformación social de los proyectos en disputa.
No obstante, ello no debe justificar prácticas de uniformidad a las que suelen recurrir los jefes políticos para garantizar la permanencia de sus “aparatos” en los cargos de representación política.
Si bien las encuestas y sondeos de opinión revelan con bastante certeza -según quiénes las realizan y qué resultados difunden- las tendencias electorales, debe quedar claro que la política es cambio constante y que los partidos renuevan sus equipos y sus proyectos a partir de compulsas electorales con contenidos programáticos y listas renovadas de dirigentes con ideas para concretar de cara al futuro.
Puede afirmarse que la principal contradicción que se detecta en la actualidad es aquella que enfrenta a la democracia con la “apatía política”.
Esta última, tal como sostiene Zygmunt Bauman, es producto del conformismo.
Así, si bien el terreno provincial y nacional está abonado por la centralidad de los debates políticos de los últimos años,  faltan decisiones estratégicas -de mediano y largo plazo- que estén directamente vinculadas a la democractización de todas las instancias de la vida pública.
Todo ello, con el objetivo de definir en conjunto qué modelo de país queremos, qué funciones debe cumplir el Estado y cómo esperamos gestionar el desarrollo de Córdoba, entre otras cuestiones de agenda.
Para dar respuesta a problemas comunes se impone promover la democracia participativa, que se construye impulsando asambleas barriales, presupuestos participativos, elecciones vecinales libres y pluralidad de movimientos sociales.
Además, debe propiciarse que los partidos políticos elijan a sus candidatos a cargos públicos por medio de elecciones internas abiertas, transparentes y que contemplen la representación de las minorías.
Este año electoral es una gran oportunidad para poner en práctica valores ciudadanos ampliando los horizontes de la participación.




* Exclusivo para el Diario Comercio y Justicia, publicado el Martes 15 de febrero de 2011.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Unknown dijo...

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