9.4.14

Maquiavelo, Moro, Rousseau.

Nicolás MAQUIAVELO (1469 - 1527)

"Maquiavelo es el único pensador político cuyo nombre ha entrado en el uso común para designar un tipo de política que existe y que seguirá existiendo cualquiera que sea su influencia, una política guiada exclusivamente por consideraciones de conveniencia, que emplea todos los medios, justos o injustos, el acero o el veneno, para alcanzar sus fines -siendo su fin el engrandecimiento de la propia patria-, pero también poniendo la patria al servicio del engrandecimiento del político o el estadista, o del propio partido". (STRAUSS, 1996: 286-287)

Dice george SABINE: "La indiferencia de Maquiavelo por la moralidad ha sido presentada a veces como ejemplo de imparcialidad científica, pero tal juicio parece excesivo. Maquiavelo no era imparcial; lo que ocurría era es que no le interesaba sino un fin, el poder político, y era indiferente a todos lso demás. Nunca duda en pronucniar juicios severos respecto a los estadistas que permiten que sus estados se debiliten. Además, no puede calificársele de científico en sentido propio, aunque su juicio se formaba empíricamente, por la observación de los gobernantes que había conocido o por el estudio de los ejemplos históricos. Pero su empirismo era de sentido común o de astuta previsión práctica y no un empirismo inductivo dominado por el deseo de comprobar teorías o principios generales". (SABINE, 1982: 256)

Tomas MORO (1478 - 1535)

El 7 de febrero de 1478 "Nace en Londres Thomas More, hijo de John More, mayordomo de Lincoln's Inn y más tarde nombrado caballero y juez de la curia real". (MORO, 1984: 11)

"A medida que avanzaba el siglo XVI, en Inglaterra como en el resto de Europa los problemas políticos derivados de la Reforma protestante fueron eclipsando a todas las demás consideraciones. Las ambiciones políticas de las diversas iglesias oscurecían y ocultaban la importante dislocación económica que acompañó a la iniciación del comercio moderno y la destrucción de la economía anterior. El estrato del pensamiento antiguo  puede buscarse en alguna obra anterior a la Reforma tal como la sátira política de Tomás Moro, titulada Utopía. Aunque sigue exitosamente el modelo de la República platónica, la Utopía expresaba en realidad el disgusto de su autor hacia una sociedad adquisitiva en la que estaba resultando buena moral "comprar reses flacas y baratas en otros lugares" y "revenderlas a precio alto". La sátira sigue un plan que podría servir para cualquier periodo de desajuste económico: el crimen se está difundiendo de modo alarmante y encuentra un salvajismo correspondiente en el derecho penal, pero la severidad no sirve de nada porque el delito es el único medio de vida que le queda a un gran número de personas. "¿Yqué otra cosa se hace sino crear los ladrones y castigarlos luego?" Hombres reclutados para el servicio de las armas son arrojados, una vez pasada la guerra, sobre la comunidad, sin posibilidad de que la industria los absorba". (SABINE, 1982: 322-323)


Jean-Jacques ROUSSEAU (1712 - 1778)

Dice Allan BLOOM: "Rousseau comienza el Contrato Social con las célebres palabras: "El hombre nació libre y por doquier está en cadenas [...]. ¿Cómo sucedió este cambio? No lo sé. ¿Qué puede legitimarlo? Creo que puedo resolver este problema". Con esta declaración, plantea el problema político en su forma más radical, y al mismo tiempo sugiere el principio revolucionario de que casi todos los regímenes existentes son legítimos. La sociedad civil encadena al hombre y lo hace esclavo de la ley o de otros hombres mientras que, siendo hombre, nació para la libertad, con el derecho de hacer lo que deseara. Lo que es más, la sociedad civil, como hoy está constituida, no tiene derecho a la adhesión moral de sus súbditos; es injusta". (STRAUSS, 1996: 529)

Dice George SABINE: "Los doce años transcurridos entre 1744 y 1756, que pasó en París, le asociaron íntimamente con el c´riculo que escribió la Enciclopedia, pero sólo produjeron en ambas partes la convicción de que allí Rousseau estaba fuera de lugar. esta oposición, y en realidad todo lo que sobre filosofía y política escribió Rousseau, deriva indirectamente de su personalidad compleja y desgraciada. Sus Confesiones dan un cuadro muy claro muy claro de una personalidad profundamente dividida en la que jugaron un papel importante morbosidades sexuales y religiosas. "Mis gustos y pensamientos -dice- parecían fluctuar siempre entre lo noble y lo vil". Sus relaciones con mujeres, tanto las reales como las imaginarias, presentan una sensualidad violenta que no consigue la satisfacción animal ni una efectiva sublimación, sino que desemboca en un torrente de fantasía sentimental y actitudes instrospectivas. La disciplina, intelectual o moral, característica del calvinismo en sus formas más vitales, no existió nunca para él. Pero le atormentaban una conciencia putitana, un profundo sentido del pecado y el miedo a la condenación eterna". (SABINE, 1982: 423)

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