Centros
de Estudiantes.
Por
Lic. Miguel Duarte*
www.md-miguelduarte.com
¿Dónde
se forman los dirigentes? Trabajando en la TV, en un set publicitario
o heredando un apellido ilustre. Esas serían respuestas actuales.
Pero, entre las organizaciones de formación democrática que
históricamente han nutrido la vida política argentina, los centros
de estudiantes son más importantes.
Tanto
los universitarios como los secundarios han hecho de las agrupaciones
y los centros estudiantiles la fragua en la que forjaron ideales y
mapas ideológicos, la oratoria y las formas discursivas, el carácter
y el sentido ético de la vida, la acción gremial y política.
Los
ideales son la energía colectiva que se vive como una mística
militante. Son las ideas puestas en acción. Y los mapas ideológicos
son representaciones -sobre la vida, la cultura, la política, la
economía, el amor- que se estructuran con la lectura de determinados
textos y autores, los cine o video–debates, la toma de decisiones
colectivas, el acercamiento a la música, al arte y a creencias de
diferentes grupos y clases sociales.
La
oratoria es una herramienta clave que brinda la política
estudiantil, aprender a persuadir, a convencer, a debatir, tanto
sobre la educación o proyectos de universidad como sobre proyectos
de sociedad. También se forman los gestos y las actitudes
personales, y se encausan las formas discursivas juveniles,
movimientistas, populares y orgánicas en la representación de
fuerzas políticas y sociales. No hay lugar para lógicas
individualistas.
El paso
por las aulas, las reuniones, la intransigencia con que se enfrenta a
las fuerzas antipopulares y antidemocráticas, forman el carácter.
Las cualidades adquiridas en las prácticas militantes -modos de ser
sencillos pero con autoridad, conductas orientadas por utopías pero
con realismo, y un obrar colectivo pero fortaleciendo la
singularidad- tienen un sentido ético por un lado en términos de
conducta individual que se expresa en el ser buena persona, actuar
bien; y por otro, en el sentido de la búsqueda de la vida buena,
como proyecto colectivo.
Por el
impacto en la formación de dirigentes las agrupaciones estudiantiles
democráticas y progresistas siempre han tenido como detractores
-incluso con violencia- a sectores de extrema derecha o autoritarios.
Tambien al identificarse con partidos han tenido enfrentamientos con
las organizaciones juveniles que siempre han sentido que el dirigente
estudiantil se prepara y está preparado para ocupar los principales
cargos de representación pública y las funciones ejecutivas más
importantes.
La UNC
con sus 400 años ha formado miles de dirigentes de distintas
generaciones, de distintas provincias y países. Entre las gestas
principales la UNC ha sido cuna de la Reforma Universitaria de 1918
que se expandió por latinoamerica e incluso influyó en el Mayo
Francés de 1968, y que hoy inspira al Movimiento estudiantil
chileno. El movimiento estudiantil de la UNC ha vertebrado las luchas
políticas y sociales que dieron lugar al Cordobazo en unidad obrero
estudiantil e hicieron retroceder al Autoritarismo al grito de “Somos
de la gloriosa juventud Argentina ...”
Entonces,
a la pregunta inicial le cabe una respuesta más esperanzadora, o más
utópica: Soñamos que la clase dirigente se forme en el movimiento
estudiantil de Córdoba lealmente comprometido con la defensa
irrestricta de los derechos humanos, la paz y la democracia.
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