Renovarnos para una nueva oportunidad!

El águila es un ave de gran longevidad, llega a vivir unos 70 años. 
Cuando llega a los cuarenta años sus uñas curvas y flexibles no consiguen agarrar a sus presas, su pico se curva, y sus alas se vuelven envejecidas y pesadas por las gruesas plumas, y eso le dificulta volar!

Entonces el águila, enfrenta un proceso muy doloroso de renovación que le llevará unos seis meses. Vuela hacia lo alto de una montaña y se refugia en un nido próximo a una pared donde no necesite volar.

Cuando encuentra ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta que logra arrancarlo. Espera que crezca el pico nuevo y lo usa para arrancar sus viejas uñas. Luego, cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas.

Y después de seis meses, realiza su vuelo de renovación en las alturas, dispuesta a vivir los restantes treinta años con la majestad que la caracteriza.

Aprendiendo del águila, los seres humanos -cuando rondamos los cuarenta o cincuenta años de edad- debemos iniciar una profunda renovación para encarar los restantes treinta o cuarenta años que nos brinde la vida.

Seguramente con dolor dejaremos muchas vivencias y costumbres atrás, serán parte de la experiencia de vida, de los recuerdos, de profundos afectos, de la memoria, pero tendremos para nosotros una nueva oportunidad!